Todo cristiano es por esencia y vocación, peregrino. Desde la perspectiva de la fe, el hombre camina hacia la luz definitiva pero sin olvidar que Dios ha dejado su huella en este mundo.

Estas huellas divinas pueden distinguirse por doquier, pero no cabe duda que hay sitios privilegiados. En primer lugar, la Tierra de la Biblia que Dios eligió para su encarnación temporal y que la tradición ha bautizado como "Santos Lugares". También figuran los territorios por donde se fué extendiendo el mensaje cristiano, así como los centros de peregrinación y devoción de Lourdes, Fátima, Medjugorje, Roma, Sinaí y Compostela entre otros que se han ido considerando a lo largo de la Historia.

Queremos, amigo peregrino, que su viaje sea también una oportunidad de apertura hacia los demás, un enriquecimiento  y reforzamiento de las fronteras de su Fe hacia una fraternidad universal, adicionando conocimiento y Cultura general mundial.